Danza de Hachas para Banda Juvenil (PDF)

El origen de esta danza históricamente ha sido muy discutido por los expertos e influenciados por su nacionalidad. Esquivel por ejemplo, expresaba: “sería española, danzada durante los carnavales o comedias que se hacían en honor a su Majestad”.

Mastrigli la citó en su libro Les danses historiques (Roma 1889), llegando a decir que era italiana; ya que esta danza de las antorchas se bailaba mucho en Italia en el siglo XVI, al final de otras danzas: “después de haber recibido la antorcha, cada danzante, era libre de apagarla, dando así por terminada la fiesta”.

Ay, Triste que Vengo (Partitura PDF para Banda y Coro)

El Cancionero de Palacio (Madrid, Real Biblioteca, MS II – 1335), llamado a veces Cancionero Musical de Palacio (CMP) y también conocido como Cancionero de Barbieri, es un manuscrito español que contiene música del Renacimiento. Las obras que posee están recopiladas durante un periodo de unos cuarenta años, desde el último tercio del siglo XV hasta principios del XVI, tiempo que coincide aproximadamente con el reinado de los Reyes Católicos.

Vocalises de Bordogni para banda

Los Vocalises, de Rochut-Bordogni, son una buena herramienta para trabajar diferentes aspectos (tanto interpretativos como técnicos) con la banda. No se deben de tratar como una rutina diaria sólo para empezar un ensayo (es más se pueden hacer en cualquier momento del mismo) y no como una competición entre las diferentes secciones de la agrupación.

Camiña Don Sancho (Partitura PDF para Banda Infantil y Coro)

Camiña Don Sancho hace referencia a Sancho II de Castilla, llamado el Fuerte (c. 1037 –Zamora, 7 de octubre de 1072). Primer rey de Castilla (1065 – 1072) y, por conquista, de Galicia (1071 – 1072) y de León (1072). Consiguió reunificar la herencia de su padre Fernando I. Sin embargo, no disfrutó mucho tiempo de ello, puesto que murió meses después en el asedio a la ciudad de Zamora, heredando los tres reinos unidos su hermano Alfonso.

Las composiciones, escritas en latín o en lenguas vernáculas, para las clases más populares o más cultas, tenían en común un fin didáctico. Todas ellas terminan con una enseñanza. Este mismo fin, en una sociedad en su mayoría analfabeta, lo perseguían las esculturas colocadas en las fachadas de las iglesias y catedrales. Al ser sólo una minoría la que podía leer y escribir, eran necesarias escenas que narrasen hechos que tuviesen cierto fin moralizador.